PARTE II:



El Convento, la Fonda y el  Parador


El Convento

Pedro González de Hoces (V Señor de la Albaida) en el siglo XV vuelve a reunir numerosas parcelaciones por toda la zona, desde Medina Azahara hasta la Arruzafa. Numerosos ermitaños se localizaban en la falda de Sierra Morena muy próximos a la Ciudad de Córdoba y la familia Hoces cede las tierras de la Arruzafa para la construcción de un convento franciscano. En el siglo XVI la rama recoleta de los franciscanos ocupará el Convento de la Arruzafa.


Mapa de la Chancillería de Granada, 1619
En el archivo de la Chancillería de Granada se hallan dos mapas realizados en 1619 en los que se detalla el Convento y zonas próximas,  que coinciden con la ubicación actual del Parador de Turismo de la Arruzafa (mi gratitud a esta Chancillería por facilitarme estos documentos)

Mapa de la Chancillería de Granada, 1619

Listado de personas relacionadas con el Convento de
 la Arruzafa en los siglos XV-XIX






El Convento de San Francisco de la Arruzafa estuvo activo  hasta la conocida desamortización en el año 1835. Hasta esa fecha hay referencias de monjes, santos y enterramientos relacionadas con el convento y aludiendo siempre el nombre de la Arruzafa o Arrizafa (ver tabla adjunta).

Escrito de Francisco Vázquez (donado del convento, 1796. Archivo de Simancas)
Óleo de San Diego de Alcalá (Murillo, 1646. Museo de Bellas Artes de Madrid).

En 1804 se detectaron varios brotes de fiebre amarilla en Andalucía, por lo que en Córdoba se adoptaron las siguientes medidas: “se cerraron las puertas de la ciudad, excepto la del Puente, Rincón y Nueva, y en estas se situaron comisiones de dos personas, un médico que reconociese a los viajeros y un escribano para levantar acta de lo ocurrido cada día. Los individuos sospechosos procedentes de puntos invadidos eran conducidos a los lazaretos”. Los enfermos se llevaban a un lazareto llamado de la Arruzafa, pero se desconoce su localización exacta y si tenía alguna relación con el convento.

Durante la Guerra de la Independencia, ante el temor de los saqueos de los franceses en monasterios y parroquias se realiza un inventario detallado de los enseres del Convento de la Arruzafa, que reproducimos parcialmente a continuación:


  • "Tres cálices y patenas de plata. Un pomito del santo óleo. Cinco corchetas de plata. Dos rostrillos de plata de dos imágenes. Siete diademas de santos. Dos coronas de dos vírgenes. Otra corona del Niño. Un cinto con diferentes santos de plata. Una corona de espinas. Dos potencias de dos santos Cristos. Un resplandor de un Niño. Una bandeja de plata. Dos llaves de los sagrarios. Un cerco de estrellas de la Purísima Concepción. Una cruz de plata para la mano. Un Señor de plata azotado por los judíos con su peana de lo mismo. Un viso con cerco de plata. Un rostro del Señor de plata. Un cetro y un resplandor. Una jarra con ramo de azucenas. Otro ramo de azucenas separado. Una lámpara grande. Una porción de galones y puntas de oro.

Además de la ropa de la sacristía y del convento se relacionan estos recursos:

  • veinte libras de chocolate. Media arroba de aguardiente. Media arroba de miel blanca. El tocino y jamones de tres cerdos. Treinta arrobas de vino. Ocho o diez arrobas de aceite. Dos orzas de lomo. Una orza de morcillas. Tres pavos y diez gallinas. Cuatro cerdos grandes y cuatro pequeños. Veintisiete carneros."

De Fonda a Parador 

El convento se convierte en fonda al ser adquirida por D. Juan Rizzi, hospedándose en ella los borbones Duques de Montpesier en el año 1861, y hay alusión al Marqués de la Vega de Armijo, antes de ser embajador en París, que estuvo en un banquete en la Arruzafa en el año 1887, por lo que en ese periodo tuvo que ser un lugar de referencia para los gobernantes cordobeses.

     Fotos previas a la construcción del Parador de la Arruzafa (Archivo Municipal de Córdoba). Se identifican unas edificaciones agrarias anexas al convento, la cruz humilladero (que sigue estando en el mismo lugar), el perfil de una nave correspondiente a la iglesia y el camino de acceso (que se corresponde con el actual). 




Anuncio de la Fonda de la 
Arruzafa (Cordobapedia)
Es necesario reseñar que Juan Rizzi era propietario de la Fonda Rizzi, en el centro de la ciudad, y amplió su negocio con la Fonda de la Arruzafa. La Fonda Rizzi fue vendida a finales del siglo XIX a los hermanos Puccini, propietarios del Hotel Suizo, que la transformaron en el Café Suizo.

En el Diario de Madrid, en el año 1884, se publica la nueva subasta del convento con la siguiente descripción: “El edificio que fue convento de religiosos Franciscanos, nombrado Arrizafa, en el sector de la Sierra de dicha ciudad, con todas sus oficinas y la que fue iglesia, que hallándose en despoblado no puede destinarse a culto. Consta de 6222 varas de área muradas, hallándose parte de sus habitaciones bastante deterioradas, nada produce y se subasta por el precio de 36.936 rs.”; pero no se menciona extrañamente que fuera una fonda.

La fonda fue adquirida en 1898 por la Sociedad Mercantil Carbonell, y funcionó como tal hasta el año 1947. Posteriormente la finca fue adquirida por el Sindicato de Iniciativas y Turismo de Córdoba, que transforma la fonda en el Parador Nacional de la Arruzafa que todos conocemos.

La arqueóloga Fátima Castillo Pérez de Siles en el año 2014, durante las obras de ampliación del Centro Oftalmológico de la Arruzafa, reconoce elementos emirales de los siglo VIII y IX durante la prospección realizada. Se trata, entre otros elementos, de los muros de un gran edificio que según los especialistas es o podría ser la Almunia o Palacio de Abderramán I.

Desde su origen, en 756, el nombre Arruzafa se ha venido trasladando siglo tras siglo, de musulmanes a cristianos, de almunia a convento, de convento a fonda. Es llamativo que una denominación árabe haya llegado a nuestros días significando y simbolizando lo mismo, y probablemente en el mismo sitio.


Lo que nos queda

   El muro norte del Parador de la Arruzafa es realmente el muro del Convento de San Francisco. Este convento tendría un compás o zona ajardinada en su acceso principal, tal y como se señalan en los mapas de la Chancillería de Granada datados del 1619.

   La actual y conocida puerta de este muro norte no es la original del convento, tuvo que ser construida algunos años o siglos más tarde. La puerta principal aún se conserva en el lienzo este de este muro, si bien está tapiada y cubierta de maleza. La puerta en forma de arco, con una hornacina en su parte superior, podemos verla en los mapas de la Chancillería de Granada, en las fotos de la construcción del Parador y en la actualidad.

  
Lienzo norte conservado del Convento y puerta norte de construcción más reciente.

  
Lienzo este del muro del compás del convento, y la puerta este original del convento que se corresponde con los mapas de la Chancillería de Granada (la puerta está tapiada y cubierta de vegetación).

  
En las fotos de la construcción de Parador (Archivo Municipal de Córdoba, Archivo Estatal del Ministerio de Cultura) se aprecia la puerta este original del convento y la cruz humilladero.

   
    El resto de las dependencias  del convento (iglesia, dormitorios, oficinas, etc.) han desaparecido completamente. Antes de la construcción del Parador se realizaron fotografías de la zona (Archivo Municipal de Córdoba) en las que se aprecia que los accesos o caminos antiguos se corresponden con los actuales y  que la cruz humilladero tiene la misma ubicación camino a las ermitas. En primer plano se evidencian edificios de finalidad agrícola o ganadera que no estarían relacionados con el convento. No obstante, se adivina el lado este de una nave que podría haber sido la iglesia del convento, y la esquina este-norte del muro. Con menos nitidez se identifican algunas palmeras que aparentemente podrían haber sido respetadas e incorporadas al actual Parador.

   Las imágenes aéreas de los vuelos americanos no nos aportan información relevante, la pobre calidad de las fotografías hace complicado cualquier afirmación, si bien puede apreciarse el jardín del convento y sus accesos.
  
Convento de San Francisco de la Arruzafa,  vistas aéreas en 1945 (vuelo americano).

   
   Los mapas catastrales y topográficos del siglo XIX y XX tampoco son muy reveladores, todos coinciden en la ubicación de una parcela o zona llamada la Arruzafa y la presencia de distintas albercas, no haciendo alusión a la existencia de un convento o una fonda. Únicamente nos aportan la localización del “Caserío de la Arruzafa”, pero sin más detalles.

 
Altimetría de 1872, catastro de 1950 y planimetría de 1971.

    Rafael Romero de Barros, pintor y progenitor de Julio Romero de Torres, en el año 1832 nos dejó un óleo titulado “Caserío de la Arruzafa”, pintado aparentemente “in situ” y que tendría relación con el convento. Hoy día no podemos identificar este cuadro con ninguna construcción actual. En su obra “Camino a las Ermitas”, del año 1875, nos ofrece una panorámica de la sierra en la que se identifica lo que podría ser el convento.

  
Cuadros "Caserío de la Arruzafa" (1832) y "Camino a las Ermitas" (1875) 
de Rafael Romero de Barros. En la imagen de la derecha destaca detalle ampliado del convento.

  Dentro del Parador podemos ver una alberca de grandes dimensiones que podría ser una de las que podría tener el convento, y que ahora está ocupada por transformadores (ver mapas Chancillería)
    
    Muy próximo al Parador nos encontramos con la Alcubilla de la Arruzafa de posible origen romano. Esta alcubilla estuvo decorada con frescos por dentro y por fuera, pero los encalados posteriores nos impiden apreciar toda su extensión. Por fuera se identifica una balaustrada y otras zonas de pinceladas de color ocre y rojizo. En su interior se evidencian las figuras de dos personas: un varón sentado sosteniendo una cruz que a la vez sujeta en su túnica unos frutos, y una mujer de pié que parece recoger algún fruto rojo de un árbol. Se desconoce el origen de estas pinturas, pero está ubicada en las tierras que eran propiedad del obispo en el siglo XVII (Mapa de la Chancillería de Granada, 1619) y muy próximo al convento, siendo obvia su simbología religiosa.

 
 
Alcubilla de la Arruzafa con frescos en el interior y exterior


  Algunas pertenencias del convento no se han perdido para siempre, unas siguen siendo visibles y otras no. En la tabla se relacionan dichos objetos:

Objetos
Ubicación actual
Comentarios
Estatua de San Rafael
Puerta del cementerio de San Rafael de Córdoba
Pequeña estatua situada en la hornacina de la puerta
Campana del convento
Campanario iglesia San Miguel de Córdoba
Se desconoce cuál de las campanas es del convento
Reliquia San Diego de Alcalá
Convento de Santa Isabel, Córdoba
Este convento se ha vendido en 2017 y desconocemos el destino del relicario
Cuadro de San Buenaventura (1651)
Museo de Bilbao en los años sesenta
Autor: Antonio del Castillo.
Existen dudas sobre si era de este convento o del de San Pablo
Cristo crucificado en madera y óleo
Museo Arqueológico de Córdoba

Virgen y retablo
Última ubicación en la Capilla del Castillo de la Albaida
Este dato es de 1877 (Ramírez de Arellano). Se desconoce su ubicación actual

  
Estatua de San Rafael en la puerta del Cementerio de San Rafael (izquierda). Campanario de la iglesia de San Miguel de Córdoba y campana que podría proceder del convento de la Arruzafa (derecha)


           
Cuadro de San Buenaventura de 1651 (Museo de Bilbao, en 1961). Crucifijo en madera y óleo (Museo de Bellas Artes de Córdoba)

  
Cueva ermita en la que posiblemente estuvo alojado San Diego de Alcalá (izquierda). Cruz humilladero en el camino a las ermitas que ya aparecía en los mapas del convento en 1619 (derecha)


Reflexiones

Es evidente la profunda melancolía que tenía Abderramán a su tierra de origen. Sus recuerdos parecen imborrables e intenta plasmarlos en su residencia de Córdoba tras huir de Siria. El emir decide instalarse en Córdoba en el año 756 e inmediatamente ordena la construcción de la Arruzafa siguiendo aparentemente el patrón de sus recuerdos.

Es de suponer que la primera colonia romana estaba en pié a la llegada de Abderramán, ya fuera que aún estaban sus murallas o que los visigodos la hubieran ocupado. Este recinto tuvo que darle un vuelco al corazón, pues tiene y tendría dimensiones muy parecidas al recinto romano de Resafa en Siria. Este hecho es más que probable que le inspirara de forma inmediata a edificar la Arruzafa y la construiría en una colina fuera de dicho recinto, tal y como hizo su abuelo, y con posterioridad su hijo en Valencia. La ubicación pudo ser tan parecida que el nuevo emir podría haber reproducido con gran exactitud sus recuerdos. 

La Arruzafa no sería un edificio que se caracterizara por sus dimensiones. Se trataría más bien de un recinto ajardinado, con agua abundante y con una construcción nunca excesiva. Es conveniente recordar que el edificio más conocido de Aderramán fue la primera fase de la Mezquita, de reducidas dimensiones. Así mismo, si la Arruzafa hubiera tenido un gran porte arquitectónico, en el que se ha propuesto existía también un acuartelamiento, el emir no se hubiera desplazado al Alcázar a buscar mayor protección en el año 784, pues la propia edificación ya le estaría proporcionando dicha seguridad.

Sorprende el boceto original del Parador de la Arruzafa, en el que se dibuja un “pabellón con arcos” anexo al jardín. Desconocemos en qué se inspiró el autor del boceto, pero esta parte no fue construida y desconocemos si existía algo similar en la zona.


Si bien no conocemos el emplazamiento exacto de la Arruzafa, podríamos teorizar que no se haya a más de dos kilómetros de la primera colonia romana (Turruñuelos) y que estaría en una colina cercana a la sierra, lo que incluye la ubicación popularmente conocida (Parador de Turismo) así como sus inmediaciones (Centro Oftalmológico Arruzafa).

  
Boceto del Parador de Turismo de la Arruzafa (Archivo Municipal de Córdoba)



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NOTA: LO APORTADO EN ESTE BLOG ESTÁ BASADO EN MÁS DE 50 PUBLICACIONES NACIONALES E INTERNACIONALES COMPRENDIDAS ENTRE LOS AÑOS 1778 Y 2017.

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